
¿Cómo arreglar un grifo pasado de rosca? Te lo explicamos
El grifo del baño vuelve a gotear. No hay problema, piensas, llamaré a un fontanero.
Pero ¿qué haces cuando ocurre lo mismo con el grifo de la cocina? ¿O cuando un invitado importante llega a tu casa y no entiende cómo es posible que tenga que esperar tanto tiempo para tener agua caliente?
La respuesta es sencilla: ¡reglarlo tú mismo! Arreglar grifos no siempre es fácil, pero si sigues nuestros consejos y trucos, nos aseguraremos de que te resulte más fácil.
Las causas más comunes por las qué una grifo se pasa de rosca
En primer lugar, veamos cuál es el problema más probable. Un grifo pierde la rosca cuando el tornillo de su interior se afloja o se rompe. Los tornillos pueden aflojarse por varias razones.
Una es que el roscado se oxida con el tiempo; otra es que algunas personas lo aprietan demasiado, lo que hace que el grifo pierda su forma y, por tanto, el agarre del tornillo.
Para solucionar este problema, coge una llave inglesa o unos alicates o incluso tus propias manos (con guantes, mucho mejor…) y vuelve a apretar el tornillo. Si está demasiado flojo a causa del óxido, coge un martillo y dale un par de buenos golpes.
Si el roscado se ha roto por completo, simplemente sustitúyelo por otro similar que puedas encontrar en tu tienda de bricolaje más cercana.
Debes permanecer atento si este no es el problema y tu grifo sigue perdiendo. Puede ser que el asiento del grifo esté desgastado y haya que cambiarlo, o que la cabeza del grifo esté rota. Estos problemas normalmente sólo los puede arreglar un fontanero profesional.
Cómo mantener tus grifos en buen estado
Tanto si los usas mucho como si no, los grifos del baño y la cocina se estropean. Si no los mantienes en buen estado, es más probable que tengas que arreglarlos aunque no estén rotos.
Aquí tienes algunos consejos y trucos para asegurarte de que tus grifos se mantienen en buen estado:
- Si hay un colador sobre el grifo o la alcachofa de la ducha, asegúrate de que se mantiene limpio eliminando la caly otros residuos.
- Si puedes, cierra el grifo mientras te enjabonas o afeitas, y utiliza agua fría para aclararte después. El agua caliente es más dura para tu grifo.
- Si vives en una zona donde el agua contiene mucho calcio (que produce cal), utiliza un descalcificador(disponible en tiendas de bricolaje).
- Si vives en una zona donde el agua es dura, utiliza un filtro para grifos para evitar que se raye el metal.
Esperamos que estos consejos y trucos hagan que tus grifos vuelvan a funcionar rápidamente. ¡Hasta la próxima!