
Cómo construir un horno de leña casero
¿Has querido hacer tus propios panes y nunca has tenido horno para ello? ¿Quieres tener tu propia barbacoa en tu casa y que la carne te salga bien horneada? ¿Eres un amante de las pizzas artesanales?
Si tu respuesta es un triple “si”, entonces es que te hace falta algo en el jardín de tu casa y no es otra cosa que un horno de leña casero. Siendo un poco manitas y teniendo un nivel básico de albañilería te lo puedes construirlo tú mismo, ya que no tiene tanta dificultad como puede parecer en un principio. Pero además, nos saldrá mucho más barato que contratar a cualquier profesional o que comprarlo en una tienda especializada.
Son varios pasos los que tendrás que seguir, así que los mejores aliados para que el resultado final sea el esperado son la paciencia y la constancia.
Nosotros nos hemos decantado por enseñarte a realizar un horno de leña casero y sencillo, donde tengas que utilizar el mínimo número de materiales y herramientas.
En el siguiente post te indicaremos los pasos que te servirán de guía para construir el horno de leña que tanto deseas tener. Ten en cuenta que el horno que te enseñamos a hacer puedes encontrar muchas imágenes de apoyo navegando por internet. Al menos, y que al menos te llevará unos días en construirlo. Con esto dicho… ¡Empecemos la tarea!
Material que utilizaremos para construir el horno de leña
Seguramente habrás encontrado mil formas de hacer hornos de leña de mil materiales distintos. Para que no tengas ningún problema en hacerte con ellos, nosotros utilizaremos los siguientes:
- Ladrillos de barro cocido, especiales para horno y altas temperaturas.
- Barro refractario, arena y cemento.
- Serrín grueso.
- Tiras de madera.
- Paja procedente de alpacas.
- Botellas y botellines de vidrio. Cualquier envase de litro de cerveza puede servir.
Pasos que debemos seguir para realizar nuestro horno
Comenzamos por la base.
Primero, tendremos que tener en cuenta el espacio donde irá colocado el horno. Crearemos una base cuadrada o rectangular, acorde a la medida que le queramos dar, serán los cimientos donde empezaremos a construir la base de nuestro horno, que tendrá que tener una altura comprendida entre 50 cm y 1 m. El material que utilizaremos para la base serán ladrillos.
En este paso, tendremos que hacer un encofrado y un enrejado, para que el horno vaya apoyado aquí. Una vez que tenemos el encofrado, que tendrá unos 30 cm de altura, lo cubrimos entero de cemento.
Segundo paso, construcción de la hornilla.
Daremos forma a la cúpula del horno con las tiras de madera. Cruzando 4 tiras en forma de semicírculos creamos la cúpula de la hornilla. Dibujamos el contorno circular en la base ya cimentada.
Colocaremos los ladrillos refractarios alrededor de la cúpula, hasta que esta quede cubierta dejándola sin cubrir por su parte delantera y trasera.
El espacio delantero nos servirá para introducir la madera que hará de combustible; es en esta parte donde colocaremos la puerta de la hornilla. Por su parte, en el espacio trasero dejaremos un hueco para que el calor vaya a la bóveda del horno (la bóveda será por donde se introduce los alimentos que queremos hornear). Cubriremos toda la estructura con barro refractario.
Una vez seco el barro, seguiremos rellenando los laterales con tierra. El resultado final debe el hueco del horno cubierto de ladrillos, en forma de cúpula en su interior, y con el hueco abierto de la puerta y en su parte trasera, también el hueco abierto de forma de segmento circular.
Tercer paso. Colocación de la puerta de la hornilla.
Bajo nuestras indicaciones, hemos ido a una fundición para que nos hagan la puerta de la hornilla. Debe estar sujeta a los ladrillos de la hornilla con un material que aguante grandes temperaturas.
Cuarto paso. Hormigonado de la bóveda.
Una vez terminada la cúpula, comenzaremos a construir en su parte posterior la bóveda. Primero realizaremos la base, su hormigonado lo haremos parecido al hormigonado que hicimos anteriormente para la base. En esta ocasión, el encofrado será más pequeño, y tendremos que respetar su salida trasera, para que se conecte la hornilla con la bóveda.
Una vez hormigonado, dibujaremos el círculo con las dimensiones que tendrá el horno, y comenzaremos a colocar la primera fila de ladrillos refractarios. Está hilada tendrá, como hemos dicho, forma circular. En la parte del círculo coincidente con el hueco de la parte trasera de la hornilla, se quedará parte sin cubrir.
Acto seguido comenzamos a construir la bóveda de ladrillos refractarios. Le daremos algo de altura, por lo que las tres primeras filas de ladrillos se dispondrán una encima de otra, sin ningún tipo de ángulo.
Vamos cerrando la bóveda ladrillo a ladrillo dándole la inclinación adecuada a cada fila y dejando cada ladrillo bien unido a su par, contando con que tenemos que dejar la parte delantera sin cubrir, porque es la parte que nos servirá de boca de entrada al horno. En este hueco añadiremos más tarde otra puerta con las medidas adecuadas.
Cuando terminemos la bóveda, la cubriremos de barro refractario. Luego, con cristales procedentes de las botellas o botellines de vidrio haremos recubriremos nuevamente la bóveda; para que la sujeción sea mejor, nos ayudaremos de tela metálica.
Al final, volveremos a cubrir estas paredes otra vez con barro refractario. En total, serían tres capas para el recubrimiento.
Con estos pasos, ya podrás tener tu horno de leña casero instalado en tu patio o jardín. Sólo te queda realizar el terminado: adornos, embellecedores, cubrir el hueco de la base, añadirle un techo de madera, cubrirlo para que puedas cocinar en malos días, etc. Esto ya debe salir de tu imaginación y de lo que te puedas permitir gastar.
Unos últimos consejos.
Nosotros hemos intentado realizar las indicaciones de una forma sencilla, para gente no muy introducida en el arte de la albañilería y esperamos que te haya quedado claro.
De todas formas, hay muchas guías en internet donde puedes apoyarte con imágenes para no perderte en el momento que te pongas a construir el horno. Por lo que seguir estas indicaciones con una guía visual te facilitará el trabajo a realizar.
No tengas prisa en terminarlo, el secreto del buen funcionamiento del horno está en su buena construcción y en que no queden huecos en cada una de las capas.
Ahora, el paso siguiente es el que todos esperamos, compra la carne de mejor calidad, deja el tiempo adecuado en el horno y verás cómo logras ser la sensación todos los domingos, cuando cada uno de tus invitados te feliciten por el buen trabajo.
Hazte de una buena leña especial para el horno y mantenlo limpio después de cada uso. Sin duda, merece la pena y te dará muy buenos momentos en tus fines de semana.
Quien dice carne, dice también verduras, pizzas etc. Entra aquí tu maña como cocinero… ¡A disfrutar!