
Cómo arreglar una persiana de forma fácil y rápida
Poca gente se libra de tener que arreglar una persiana en algún momento de su vida. Es una pieza de funcionamiento sencillo que con el uso despreocupado y el paso del tiempo siempre se acaba estropeando. Normalmente, a causa de la cinta, aunque pueden haber otras pieza deterioradas
Pero no te preocupes, que arreglar una persiana es más fácil de lo que parece.
¡Sigue estos pasos uno por uno y en nada tendrás otra vez tu persiana operativa!
Herramientas indispensables
- Destornilladores (1 plano y 1 de estrella)
- Tenazas
- Tijeras
- Cuchilla/cutter
- Nivel
Y también tu teléfono móvil es esencial, porque podrás hacer fotos de cada parte y asegurarte de que al reemplazarlas las pones en la posición y dirección correctas.
Materiales de repuesto
Los materiales de repuesto que vayas a necesitar dependerán, claro está, de lo que falle en la persiana una vez la abras. La mayoría de veces el problema está en la cinta, que o se ha roto, o desenganchado del eje, o girado sobre sí misma bloqueando el movimiento. Si la cinta no puede aprovecharse, necesitarás comprar una nueva en cualquier ferretería.
También allí encontrarás repuestos para el disco del eje (donde se enrolla la cinta) o el recogedor, así como lamas nuevas si alguna de la persiana se ha roto o está defectuosa.
Pasos para arreglar la persiana
Abre el cajón y baja la persiana (si puedes)
El cajón de la persiana (encima de la misma) puede estar encajado o fijado a la pared por diferentes sistemas: con tornillos, con juntas estancas, o a presión. Desmonta la tapa con la herramienta adecuada para abrir el cajón.
Si la persiana está a media altura, o recogida, y vas a tener que cambiar la cinta, te conviene bajarla por completo antes de empezar a tocar nada, porque si no caerá de golpe y podría dañarse, o dañarte a ti.
Si la persiana se atascó a medio camino, pon algunas toallas debajo que amortigüen el golpe.
Quita las cintas de sujeción al eje
Verás que la última lama de la persiana se sujeta al eje por dos o tres puntos con trozos de cinta atornillados o anudados a dicho eje.
Haz una foto con el móvil para asegurarte de la forma y sentido en el que están sujetas, y retíralas. La persiana está ahora “suelta”.
Si alguna lama está rota, éste es el momento de reemplazarla. Si la persiana en sí está bien y solo falla el mecanismo, aprovecha de paso para limpiarla a fondo, lama a lama, para un mejor funcionamiento.
Desmonta el recogedor
Normalmente van atornillados, o sea que con el destornillador no deberías tener problema. Guarda todos los tornillos, y suelta la cinta del punto de anclaje.
Saca la cinta de la persiana
Tirando desde el eje, ahora ya puedes sacar toda la cinta vieja de la persiana por arriba.
Comprueba el nivel y estado del eje
Aprovecha que el eje está desnudo para medirlo con el nivel y comprobar que está recto. Si está desnivelado, puede que eso haya provocado el fallo.
Para cambiar una cinta realmente no necesitas sacar el eje, pero si el eje está deteriorado, o lo están los rodillos o discos donde se sujeta, entonces no te queda otra que reemplazarlos.
Aún así, si están bien, también es conveniente sacar el eje y limpiarlo antes de volver a colocarlo en el cajón.
Vuelve a colocar la persiana
Una vez limpia y reparada, vuelve a introducirla en el interior de la ventana desde el cajón abierto. Con trozos de cinta nueva, fija la última lama al eje en los puntos donde estaba sujeta antes. Y asegúrate de que al enrollarse lo hará en la misma dirección que antes, ya que de lo contrario no habrá espacio suficiente al recogerla y se atascará.
Instala el pasador y la nueva cinta
Reemplaza o reinstala el pasador de la parte superior y pasa la cinta por él. Para medir cuánta cinta necesitarás, mide la distancia desde el pasador superior al recogedor inferior, y multiplica por 3.
Asegúrate de que acoplas la nueva cinta al disco del eje en el sentido original.
Comprueba el funcionamiento y coloca el recogedor
Asegúrate de que la persiana sube y baja correctamente sin atascarse. Si todo va bien, ya puedes ir colocando la cinta en el recogedor y volver a fijarlo a la pared.
Y ya lo tienes: no queda más que cerrar la tapa del cajón.. ¡y ya tienes una persiana como nueva!