Consejos de seguridad en el Hogar (I)
El hogar debe ser sinónimo de seguridad y tranquilidad para todos. Desgraciadamente, en ocasiones, pueden provocarse situaciones de peligro por descuidos o simple mala suerte.
Es importante tener en cuenta que el fuego y las caídas son las causas más habituales de accidentes domésticos, de manera que es en estos dos puntos es donde se deben centrar los mayores esfuerzos de prevención. También hay que saber que la cocina y el baño son las habitaciones en las que más sucesos de este tipo se producen.
Aunque siempre existe la posibilidad de imprevistos, puedes seguir algunos consejos y pautas de seguridad para reducir al mínimo los accidentes en tu hogar.
- En la cocina, por ejemplo, no debes jamás dejar el suelo mojado o con agua derramada. El menaje del hogar debe ser de fácil acceso, lo mismo que los armarios. Hay que evitar en lo posible el uso de taburetes y escaleras para alcanzar objetos.
- En el baño es recomendable la instalación de agarres para entrar y salir a la ducha y la bañera. Asimismo, es muy útil la utilización de alfombras antideslizantes o tiras de goma adherentes en los suelos. En el lado contrario, está fuertemente desaconsejado usar toallas en suelos mojados, por su riesgo de deslizamiento. No cierres la puerta con pestillo, ya que complicaría la llegada de asistencia en caso de necesitarla. Para la gente con problemas de movilidad se aconseja sustituir la bañera por ducha, aun cuando sea con asiento, ya que es más accesible y menos peligrosa.
- En la sala de estar y los espacios comunes es aconsejable asegurar las alfombras con tiras de goma. No conviene abrillantar los suelos en exceso hasta hacerlos resbaladizos. Los puntos de acceso a la casa deben disponer de buena iluminación, especialmente en las escaleras. En los rellanos deben estar a fácil alcance los interruptores de luz. Las barandillas y pasamanos deben estar bien fijados, seguros y a buena altura. Cuando las escaleras tengan alfombras, éstas deben fijarse a cada escalón y no quedar sueltos o resbaladizos.
- Se ha observado que un buen número de caídas ocurren en el dormitorio, al levantarse de la cama. De manera que, por seguridad, es mejor apoyar ambos pies en el suelo, incorporarse y permanecer sentado un momento: de esta forma se evitan mareos. A la hora vestirse es mejor ponerse la ropa sentado en un silla o butaca.
En general, las sillas de respaldo alto ofrecen mayor estabilidad. No te dejes caer sobre las sillas o sofás. Tener cables extendidos en medio de la habitación también supone un riesgo, puesto que pueden provocar tropiezos y caídas.
- Todas las ventanas deben contar con adecuada protección. Los pomos de puertas y ventanas deben estar situados de manera que no representen un elemento de riesgo en el que se pueda enganchar la ropa. Los muebles se deben colocar de forma que no entorpezcan las zonas de paso, como o pasillos o entradas.
Todo el mobiliario que no se use a diario, sino de manera ocasional (comidas familiares, fiestas…), se debe almacenar en otra habitación diferente donde no estorbe, como un garaje o un trastero.
- A nivel de iluminación, conviene aprovechar en la medida de lo posible la luz natural. Por eso, durante el día abre ventanas y cortinas. También es aconsejable sustituir todas bombillas de escaso voltaje -40 o 60 W- por otras de 100 W.
Los lugares donde vayas a realizar actividades que requieran esfuerzo visual -leer, coser, cocinar- tienen que ser los mejor iluminados. Es aconsejable también encender la luz de la zona de la casa por donde se camina, para poder evitar obstáculos y para favorecer una buena orientación. Es importante disponer de iluminación en la mesilla cuyo interruptor sea accesible desde la cama para que se pueda encender antes de levantarte.
Los interruptores de la luz deben estar en la zona de entrada de las habitaciones para evitar tener que cruzarlas en la oscuridad para poder encenderlos. Resulta útil colocar alguna marca (como papel adhesivo de colores reflectantes) alrededor del interruptor de la luz para identificarlo más fácilmente.
- Cuando salgas al exterior, ya sea el jardín o la entrada, utiliza calzado cómodo, con suelas de goma en los días lluviosos, y evita moverte con el calzado de estar en casa (zapatillas, chanclas…) Al bajar las escaleras debes agarrarte siempre a la barandilla; en caso de no existir puedes utilizar el brazo de quien baje contigo.