
Ideas para mantener tu casa fresca en verano
Llega el verano y, con él, el calor y creemos, erróneamente que, si no tenemos aire acondicionado en casa, moriremos asfixiados. Pero, ¿te has parado a pensar por un momento que nuestros ancestros no tenían ningún artilugio que soplará aire congelado y que sobrevivían al calor año tras año?
Piensa que con unos sencillos trucos es posible mantener la casa fresca en verano y tirando de electricidad en muy baja medida para que puedas ahorrar en tu factura a final de mes.
Consejos y trucos muy sencillos
El consejo esencial para estos casos y que no suele fallar nunca es mantener las persianas bajadas durante las horas en que el calor aprieta más fuerte. Para ello, además, es necesario cerrar también las ventanas para que el aire caliente no penetre y recaliente, en consecuencia, el de la habitación. Añadido a ello, y si disponemos de ellos, podemos desplegar los toldos para dar una oscuridad extra y hacer que la sensación de frescor aumente, al menos, en unos seis grados con respecto al ambiente exterior.
Debemos procurar que las ventanas estén cerradas la mayor parte del día pero, tanto a la caída del sol como a primeras horas de la mañana, es necesario abrirlas para renovar el aire. El hecho de crear corriente de aire propicia que este se mueva libremente por la casa y que el ambiente se refresque.
Aunque no lo creas, el hecho de encender el extractor de la campana de la cocina y el del baño puede conseguir absorber el aire caliente acumulado. Puede resultar complicado pero, si optas por platos frescos, también evitaras tener que cocinar y sobrecalentar el espacio de la cocina como consecuencia de ello.
Por otro lado, y si aún cuentas con bombillas incandescentes en casa, el hecho de sustituirlas por bombillas LED – tal y como marca la nueva directiva europea, te puede ayudar no solo a consumir menos energía (las primeras consumen un 90 % de energía) sino a producir menos calor y ahorrar en tu factura de la luz.
¿Eres de los que, como todo el mundo, cambia el armario en verano? ¿Pues por qué no tratas de hacerlo también con tu casa? Ello pasa por quitar alfombras o usar sábanas de algodón, que son mucho más frescas. Asimismo, puedes decantarte por colores claros – algo que influirá positivamente en tu sensación de calor.
Electrodomésticos como lavavajillas o lavadoras desprenden mucho calor y, si se usan durante momentos en las que el calor acecha, la temperatura de la casa aumenta inevitablemente. Así que uno de los consejos es usarlos durante la noche, cuando abrimos la casa y ventilamos para que el calor salga fuera.
Otro truco relacionado con el exterior es el que tiene que ver con la naturaleza y con las plantas de exterior. Plantas como las enredaderas o las buganvillas actúan como barreras naturales y, en consecuencia, las habitaciones se tornan mucho más frescas. Además, si regamos o fregamos el suelo con agua fría propiciaremos que se enfríe de forma natural.